La Cartuja de Sevilla es revolución industrial, es historia, es aurora. La Cartuja es melancolÃa, recuerdo, compartir, es familia y un libro de los que se leen a media tarde con una taza de café. Son las manos que calcan pieza tras pieza, los carros que las transportan a la siguiente fase del proceso, la fragilidad y la fuerza. La Cartuja es olor a primavera, reflejo, es Sevilla.
Si me preguntasen sobre qué marcas consiguen remover algo en mi interior, las llamadas lovemarks, en un lugar muy alto del top estarÃa La Cartuja de Sevilla. Y es que el primer párrafo del artÃculo es solo una pincelada del rico universo Cartuja, capaz de ser pasado, presente y futuro y no alterar la esencia que la envuelve.
Me acuerdo de una clase de la facultad de David Selva, donde nos explicaba las etapas en la 'vida' de una marca, cómo llegaban a su punto más alto y cómo podÃan ir bajando en el gráfico hasta desaparecer. La Cartuja de Sevilla soplará este año 177 velas y lo hará con más futuro que nunca.
La Cartuja de Sevilla ha puesto en marcha el proyecto 'New Talents', una iniciativa con la que "queremos poner al alcance del público joven nuestra preciada artesanÃa mediante las ilustraciones y diseños de creativos emergentes sobre piezas individuales y asequibles, tales como bandejas, vaciabolsillos y muga".
La primera ilustradora en colaborar con la marca de cerámica es Ana Jarén. La artista ha trasladado sus creaciones a las piezas de La Cartuja y las ha llenado de la energÃa y el color que habita en sus dibujos. Y el resultado es un trabajo lleno de talento, o -como nos gusta etiquetar ahora a los millenials- con muchos #vibes.
Podéis descubrirla en la tienda online de La Cartuja de Sevilla, pero si estáis por Madrid y queréis tocarlas y verlas en directo, podéis pasaros por The Creative Spot, en La Rozas Village, una tienda que apuesta por artesanos españoles.
| FotografÃas: Diego Gallego para La Cartuja de Sevilla |