Aterricé en la revista GQ y, sí, el sueño se hizo realidad porque por primera vez empezaba a trabajar en una redacción de moda de una revista, en Condé Nast. No os imagináis el miedo que tenía -era un reto importante- pero todo aquello se transformó en apetito por aprender.
He estado en paralelo con papel y online. Mi primer encargo me puso los pelos de punta. La carpeta venía señalada con este mes que es tan importante para mi, SEPTIEMBRE, que desde ahora es mucho más que el mes en el que cumplo años y, como decían en ese documental, el enero de la moda.
El número de septiembre se ha convertido en algo más que especial y Arda Turán en mi padrino (me ha tocado uno guapo, sí). Tengo enmarcado los primeros artículos en mi cuarto de Madrid y mi madre tiene su ejemplar listo para enseñar a todo aquel que llegue a casa.
Si tuviese que hacer balance, hasta ahora todo ha sido como el típico sueño que te deja una sonrisa durante todo el día. Trabajar con gente a la que leías desde casa, estar con amigos que conoces desde hace mucho tiempo, conocer a gente dispuesta a enseñarte y a preocuparse ha sido un planazo de verano, ¿quién quiere vacaciones? Estar un día en Madrid y al siguiente en Venecia entrevistando a Jude Law, cruzarte con Yolanda Sacristan en recepción y que aquello se convierta en 'El Diablo Viste de Prada', encontrarte en la cafetería con gente de Glamour, Traveller, Vogue, AD... y sobre todo ver que tú eres todo un afortunado por pertenecer a ese escenario.
Hoy, con este tercer(mes)aniversario, sale a la venta el nuevo número de GQ, que tiene a Bryan Cranston en portada. Además viene con el suplemento de estilo. Os invito a leer mis artículos para la web y a que os compréis el nuevo número.
Ni siquiera yo sé qué va a pasar a partir de ahora. Sigo viviendo en mi 'september issue'.

"Debes buscar la manera de ganar terreno y hacer que te oigan, que sientan que eres necesario y encontrar una manera en Vogue que te sea cómoda, porque muchos llegaron, y muchos se fueron" (Grace Coddington)